Querétaro destaca en muchas cosas a nivel nacional e internacional. Lamentablemente, también es una de las ciudades que más se han encarecido a nivel mundial, casi al grado de urbes como Estocolmo, Dubai, Tokio y la propia Ciudad de México.
Esto se traduce en costos de vida más elevados en vivienda, alimentos o servicios para sus habitantes, situación que han padecido también sus pequeñas, medianas y hasta grandes empresas.
De acuerdo con la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) esto se debe al cobro de algunos impuestos que son muy específicos de Querétaro o que son más caros en comparación con otros estados, en específico el cambio de dominio e impuestos ambientales.
El primero hace referencia al pago que deben hacer los ciudadanos al vender o comprar una propiedad (ya sea domicilio particular o local comercial), mientras que el segundo se debe a los gastos de las empresas por la emisión de gases contaminantes.
Así mismo, la COPARMEX señaló que el propio crecimiento de la población, estimado en 120 personas diarias, genera una dinámica natural de oferta y demanda que encarece los precios de todos los productos.
De acuerdo con el ranking del medio The Economist, Querétaro es la segunda ciudad más cara de América Latina para vivir, solo por detrás de la capital del país y por arriba de urbes como Montevideo (Uruguay), Lima (Perú) o San José (Costa Rica).