Aunque el proyecto ferroviario México–Querétaro ya dio inicio con sus primeras obras, aún existen obstáculos importantes por resolver, principalmente en materia de liberación de derechos de vía. Así lo informó José Pío X Salgado Tovar, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Querétaro, quien explicó que aún hay tramos que no han sido liberados por el Gobierno Federal debido a invasiones que ocurrieron años atrás en ciertas franjas del trazo.
Este nuevo proyecto ferroviario, impulsado por la federación, contempla un rediseño del trazo con curvas más amplias que las del trazo original cancelado en 2015, lo que implica la necesidad de recuperar o adecuar más espacio para el paso del tren. Dicha ampliación tiene el objetivo de permitir que el tren alcance mayores velocidades de forma segura, lo que requiere una ingeniería más compleja y planificación urbana más cuidadosa.
Salgado Tovar también subrayó que, hasta el momento, el estado no ha recibido información definitiva por parte del Gobierno Federal sobre la ubicación exacta de las estaciones del tren en Querétaro, lo cual es clave para definir la infraestructura complementaria que deberá ejecutarse a nivel local. Esta definición no solo implica obras urbanas como accesos viales, pasos peatonales o centros de transferencia, sino también medidas que eviten afectaciones al tránsito local y aseguren una integración efectiva con los sistemas de transporte ya existentes, como QroBús.
El tren México–Querétaro es un ambicioso proyecto de movilidad de alcance regional que busca conectar de forma rápida y sustentable al Bajío con el centro del país, y aunque su reactivación representa una oportunidad de desarrollo económico, urbano y logístico para Querétaro, su avance requiere una estrecha coordinación entre los tres niveles de gobierno.
