Con profunda solemnidad, la Diócesis de Querétaro despidió al papa Francisco con una misa en su honor, oficiada por el obispo Fidencio López Plaza. Durante la ceremonia, el prelado destacó que el pontífice no solo será recordado por su cercanía con la gente, sino también por haber replanteado el papel de la Iglesia Católica en el contexto mundial.
En su mensaje, López Plaza enumeró los principales desafíos que marcaron el papado de Francisco. Desde promover una Iglesia menos rígida y más compasiva, hasta fomentar una estructura sinodal y misionera, el papa impulsó un cambio de fondo en la forma de vivir la fe y relacionarse con los fieles.
El obispo también resaltó la visión fraternal del papa, quien asumió una postura solidaria frente a problemáticas globales como el cambio climático y la desigualdad social. Su propuesta de una “doctrina de deudores” fue, según el obispo, un llamado a reconocer la corresponsabilidad colectiva ante las injusticias del mundo.
Al cierre de la misa, se hizo un llamado a los católicos para orar por el eterno descanso del pontífice y por el futuro de la Iglesia. López Plaza expresó su deseo de que el ejemplo de Francisco inspire nuevas generaciones a vivir el Evangelio con apertura, amor y compromiso social.