La inseguridad en México ha llevado a muchas familias a tomar medidas para protegerse, como la instalación de cámaras de vigilancia fuera de sus domicilios. Sin embargo, este acto, pensado para garantizar la seguridad, podría resultar en una sanción millonaria si no se realiza bajo ciertas normativas legales.
¿Por qué te pueden multar?
La Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares establece que las cámaras de seguridad que capten imágenes en espacios públicos, o que difundan grabaciones que identifiquen a personas sin su consentimiento, infringen la privacidad y derechos de terceros. Esto incluye rostros captados durante un delito, lo que podría derivar en multas de hasta 18 millones de pesos si no se cumple con lo estipulado por la ley.
¿Qué hacer para evitar sanciones?
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha recomendado a quienes decidan instalar cámaras de seguridad en sus hogares tomar las siguientes medidas:
- Orientar las cámaras hacia áreas privadas. Asegúrate de que los dispositivos capten solo tu propiedad y no zonas públicas, como calles o banquetas.
- Evitar la difusión de grabaciones. Si tus cámaras registran un incidente, como un delito, comparte el material únicamente con las autoridades correspondientes, nunca en redes sociales o plataformas públicas.
- Colocar avisos visibles. Notifica que tu hogar cuenta con cámaras de vigilancia mediante señalamientos visibles para los transeúntes.
¿Qué implica esta ley?
La finalidad de la Ley de Protección de Datos Personales es preservar la privacidad de las personas en espacios públicos, incluso si las grabaciones son obtenidas con fines de seguridad. Aunque esto ha generado debate, las autoridades argumentan que proteger los derechos individuales es prioritario.
Reflexión
En un contexto donde la inseguridad impulsa a los ciudadanos a protegerse, es fundamental conocer las leyes que regulan estas acciones para evitar problemas legales. La vigilancia y la seguridad no deben estar reñidas con el respeto a la privacidad.
