Mucho se ha especulado sobre el inminente retorno de la famosa barra Resistencia Albiazul a los partidos de local de nuestros queridos Gallos Blancos, pues ya nos encontramos a semanas de que se cumpla el Beto que le impuso la Liga MX a este (muy entre comillas) “grupo de animación” tras los hechos de ese trágico día conocido como el 5M.
Si bien el gobierno estatal le echó la bolita a la directiva del Querétaro F.C. e incluso insinuaron la posibilidad de una nueva credencialización para los integrantes de esta barra, ha sido la propia barra la que salió a descartar cualquier posibilidad de retorno al estadio (al menos de momento) después de que se cumpla la sanción.
El conocido líder de esa barra Amílcar Rafael, ha declarado que las medidas de seguridad al interior del estadio se han vuelto demasiado estrictas contra cualquier aficionado que muestre un apoyo “apasionado” al equipo, por lo que no existen garantías de que los barristas puedan ingresar de manera segura sin arriesgarse a ser detenidos por las autoridades.
Reconocieron que pueden sentarse a platicar con la policía estatal, policía municipal o con autoridades de protección civil para tratar de suavizar estas medidas y que la Cabecera Norte vuelva a ser copada por los barristas, pero aquí nos surgió un duda: ¿Las autoridades no deberían proteger a los aficionados y familias que acuden al estadio precisamente de estos tipos?
