Luego del escándalo que resulto el sacrificio de la perrita llamada “Nube” que estaba bajo resguardo de la Unidad de Protección, Cuidado y Control Animal, nos hemos enterado de algunas formas un tanto cuestionables sobre el actuar de esta dependencia.
Y es que de acuerdo con datos de esta misma dependencia, adscrita a la Secretaría de Servicios Públicos Municipales, apenas un 20% de los animalitos que se encuentran bajo su resguardo son reclamados por sus respectivos dueños.
Es decir, perritos que son asegurados por tener algún reporte de agresión y que deben pasar 10 días en observación, pero que muchas veces sus dueños no reclaman después de ese tiempo.
En los protocolos de Control Animal, el animalito que no es reclamado debe ser contemplado bajo un caso de “abandono” lo que dicta la aplicación de la eutanasia por cuestiones medico-veterinarias.
Sin embargo, testimonios de dueños de lomitos que son asegurados han comentado que el personal de la unidad es bastante agresivo con sus casos: no les permiten ver a sus mascotas, los desalientan a recogerlos y, como en el caso de Nube, generan dudas sobre su integridad profesional.