La semana pasada nos enteramos de un caso relacionado que desató mucha indignación por parte de la Dirección de Protección, Cuidado y Control Animal del Municipio de Querétaro: el sacrificio de una pequeña perrita llamada “Nube”, por la que su dueña pide justicia.
En resumidas cuentas la situación fue así: Control Animal recibió una denuncia contra esta perrita por un reporte de agresión, por lo que fue asegurada y se le notificó a su dueña que debería estar 10 días en “observación” para descartar que tuviera conductas agresivas.
Cuando la dueña fue a recogerla a las instalaciones de Control Animal, le notificaron que la pequeña Nube fue dormida, ya que supuestamente “nadie acudió a recogerla en el plazo indicado”.
De acuerdo con el personal de esta dependencia, al transcurrir los 10 días no pudieron encontrar a la dueña de la perrita, y fue hasta el día 12 que se presentó por ella, aunque lamentablemente ya era demasiado tarde.
Las autoridades municipales aseguran que el protocolo marca que un perrito asegurado debe ser recorrido antes de que concluya el décimo día, pues de lo contrario es tomado como una situación de abandono y el protocolo marca que debe ser sacrificado.
El personal de Protección Animal jura y perjura que trataron de contactarse con la dueña pero nadie atendió los llamados, situación que es negada por la ciudadana que ahora pide justicia por su perrita sacrificada, según ella, de forma negligente.
Lo más triste de todo es que el propio personal que vigiló a Nube durante sus últimos días de vida reconocieron que la perrita nunca presentó actitudes agresivas, pero no tuvieron otra opción que ponerla a dormir al no poder contactar a su sueña.