Sólo 60 de más de 2,000 aspirantes logran ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Querétaro, una de las más prestigiosas de todo el país, ese es el nivel de exigencia y de demanda en esta institución.
Cuando escuchas este dato, es más que entendible el enojo de jóvenes, madres y padres de familia que resultaron afectados por el aparente caso de fraude que se vivió en el examen de admisión y del cual se habrían beneficiado 33 alumnos, es decir, más de la mitad de los que ingresaron el semestre pasado.
Hoy un grupo de familiares de aspirantes rechazados, al igual que los mismos afectados, realizaron una manifestación a las afueras de la Facultad de Medicina, ubicada sobre Prolongación Zaragoza, para exigir que se vuelva a realizar el proceso entero de admisión y que se expulse a los presuntos implicados.
Recordemos que las autoridades universitarias han comentado que (al menos de momento) no cuentan con argumentos sólidos para dar de baja a estos presuntos alumnos fraudulentos, aunque ya existe una investigación por parte de una comisión especial para resolver el caso.
Entre que si son peras o manzanas, la realidad es que este escándalo ha generado incertidumbre entre muchas y muchos jóvenes que ven a la máxima casa de estudios como su mejor opción para continuar con sus estudios, ante la posibilidad de que existan más procesos arreglados.