De acuerdo con diferentes asociaciones de ambientalistas, Querétaro padece una falta de árboles y áreas verdes en buen estado, lo cual fue la principal causa de las olas de calor que veníamos padeciendo hasta hace unas semanas.
Si bien no existe un conteo oficial de cuantos árboles hay en la ciudad, las estimaciones rondan en aproximadamente 27 mil árboles sanos.
Dicha cifra es bastante baja si tomamos en cuenta que en la zona metropolitana viven cerca de 1 millón de personas, además de que cada vez existe el riesgo de una mayor deforestación.
Ahora que el clima ha cambiado, estamos experimentando otro efecto grave de la falta de árboles, pues el suelo queretano es más de concreto y eso evita que el agua de lluvia sea absorbida correctamente, causando inundaciones.
La falta de árboles nuevos no es el único problema, pues muchos de los ya existentes se encuentran enfermos o prácticamente muertos a causa de plagas no tratadas, lo que provoca que se caigan con los fuertes vientos.
Si no se atiene este problema, a mediano plazo podríamos enfrentarnos a un problema todavía más grave por la falta de árboles: que es un aire cada vez más contaminado y que puede ser altamente toxico para la salud.