Así como en el fútbol, que el árbitro da una pausa en cada partido para que los jugadores puedan rehidratarse, algunas empresas de la construcción tratan de dar descansos más largos para que sus trabajadores puedan tomar agua y resguardarse del sol.
Y es que en todos los espacios de obras públicas y privadas los trabajadores se encuentran a la intemperie, por lo que aumentan sus riesgos de sufrir un golpe de calor.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción estima que al menos 8 de cada 10 trabajadores se encuentran expuestos a los rayos del sol, lo que puede comprometer su salud sin las medidas adecuadas.
La indicación es que los horarios de inicio de obra puedan arrancar más temprano para evitar pasar más tiempo con el sol en las alturas, además de proveer de agua o electrolitos necesarios para su consumo.