A finales del mes de agosto comenzará el declive de la llamada “tercera ola” de Covid-19 señaló esta mañana durante la conferencia matutina de Palacio Nacional, el subsecretario de la promoción de la salud Hugo López Gatell.
Aseguró que este pronostico, es viable ya que en las últimas semanas se ha reducido el número de contagios, a pesar de que diversos hospitales alrededor de la República Mexicana de nueva cuenta están siendo saturados por las hospitalizaciones que se presentan.
Mencionó que hay que seguir fortaleciendo la vacunación ya que desde el 1 de enero a la fecha, más del 95% de las defunciones presentadas se han dado en personas que no han sido inoculadas.
“Cuando ya esta tendencia se establezca, que seguramente ocurrirá dentro de los 15 días estaremos ya viendo el declive de la tercera ola”, comentó López-Gatell.
El funcionario explicó que hay al menos dos indicadores que muestran la reducción de la intensidad epidémica: la reducción de muertes por Covid-19 y la baja en la hospitalización de pacientes con estado de salud grave derivado de la enfermedad.
Ayer, las autoridades sanitarias informaron que México acumula 3 millones 108 mil 438 contagios y 248 mil 652 muertes por Covid-19. En las últimas 24 horas se reportaron 7 mil 172 casos de coronavirus, casi una tercera parte a los datos de hace dos semanas cuando se contabilizaban más de 20 mil casos diarios.
Durante su participación en la conferencia, López-Gatell reiteró la importancia de la vacunación contra la Covid-19 porque, dijo, previene las hospitalizaciones y muertes por esta enfermedad.
“Si tomamos todas las hospitalizaciones ocurridas desde el 1 de enero de 2021 hasta la fecha, 93% ocurrió en personas no vacunadas, es decir, solamente un pequeño número que es el 3% tuvieron esquema completo y a pesar de ello fueron hospitalizadas porque tiene generalmente comorbilidades o distintas situaciones que les hace no tener una eficacia tan alta de la vacuna”, comentó el subsecretario.
En el caso de las muertes por Covid-19, el funcionario citó que desde el 1 de enero a la fecha el 95.5% de las defunciones ocurrieron en personas no vacunadas; en contraste, cerca del 2% fue en gente ya vacunada.