Como era de esperarse, el presidente de México encontró en sus villanos favoritos -el INE y los medios de comunicación- a los responsables por la escasa participación que tuvo la consulta promovida por él para, supuestamente, preguntarle a la gente si quería o no que se enjuiciara a los ex presidentes de México, cualquier cosa que eso suponga.
Al INE “le cargó” por no haber instalado más mesas receptoras de las opiniones ciudadanas porque “cuando se quiere se puede” y aseguró que no era un tema de presupuesto ya que si le hubieran pedido ayuda a gobiernos estatales y “al pueblo” estos le hubieran ayudado para tener un número mayor de lo que en una elección de autoridades serían casillas.
De los medios, criticó que trataran de boicotear la consulta y sólo destacó al diario La Jornada por ser “un medio excepcional” que el día de ayer incluso publicó a ocho columnas la frase “¡A votar!” en su edición dominical.
Según el presidente a los medios de comunicación, no les convienen estos ejercicios de democracia participativa porque eran el segundo poder y hasta llegaron a poner a un presidente, dijo en referencia a Televisa y Enrique Peña Nieto.
Dijo que a pesar de que no se logró el 40 por ciento de participación para que sea vinculatoria a una investigación judicial, no se descarta que haya juicios, siempre y cuando haya pruebas y elementos.
Insistió que la consulta popular que se realizará en marzo del año que viene es importante porque es la oportunidad de sus adversarios, de los conservadores para un cambio sin violencia, sin gritos o sombrerazos. Con la revocación de mandato se puede hacer, dijo.
Reiteró que es falso que se quiera reelegir: “un demócrata no puede tener tanto apego al poder”, sostuvo al resaltar que la consulta de marzo del 2021 será un buen desafío para consolidar el procedimiento de democracia participativa.